miércoles, 12 de febrero de 2014

Otra vez sopa ferroviaria

Después de leer detenidamente la Resolución 41/2014 del Ministerio del Interior y Transporte y el anexo, aporto brevísimas conclusiones.
- El contrato establece de manera muy clara como tienen que actuar las empresas, sus derechos y obligaciones.
- El Estado sigue aportando subsidios de manera de sostener el negocio para las empresas privadas (Metrovias-Roggio y Ferrovias-Emepa), incluso crea un fondo de previsión, donde el Estado deposita adelantos para que las empresas puedan pagar salarios y mantener ganancias.
- El contrato establece en detalle las ecuaciones según las cuales se pagarían los subsidios
- 10% de los espacios de publicidad quedan para el Estado. Los ingresos por publicidad pasan directamente a la SOFSE (del Estado)

En términos generales, volvímos a foja 0. Al año 1992. Partiendo de la base que el Estado Podría operar los servicios a través de SOFSE, podría crear una empresa metropolitana de transporte, como bien hemos presentado proyectos del Ley al respecto, este nuevo contrato es una continuidad de las políticas neo-liberales, en tanto garantiza la ganancia de empresas privadas bajo la presunción que el Estado
va a controlar y regular de manera eficiente a quienes presten servicios ferroviarios.

Por más detallista y completo que sea el contrato (hasta dicen que leyeron la Ley General de Ferrocarriles 2873 de 1891), en términos políticos resulta complejo y hasta casi imposible de explicar. ¿Por qué la CNRT (intervenida) ahora empezaría a cumplir su función, cuando no lo hizo los últimos 10 años?

En todo caso, es una lástima, porque muestra el verdadero carácter de la política (al menos de transporte) de este gobierno, y es que los empresarios amigos se hagan cargo, y que el Estado garantice la ganancia. Que hayan comprado más trenes nuevos en China es casi hasta accesorio si la base (tanto la infraestructura como el encargado de los servicios) no son modificadas en pos de un nuevo modelo de transporte metropolitano. Comprar trenes nuevos y vías nuevas para que atraviesen los mismos cientos de pasos a nivel en rutas planificadas y tendidas hace más de 100 años y operados por empresas privadas no es una revolución ferroviaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario